martes, 8 de diciembre de 2009

Petronella

Sombra negra… nube gris… cualquier otro cliche que le siga.
Maldito empujón a la inversa.
Las ansias ariscas,
voluntad de muerte segura.

Te llamás Petronella.
Porque es mas fácil ponerle nombre ajeno
A lo que sea que una arrastra por dentro.

Dale petro,
Me empujás de nuevo.

Dale petro.

Si pudiera coincidir de nuevo con el día de tu encuentro
Tacharía tres veces esa casilla de mi calendario
Y me lo brincaría cada vez que pudiese.

Dale petro...
Ya no te quiero.

A partir de mañana le abro todas las puertas que encuentre
la invito cordialmente entonces a que se vaya.
Llorando si es que tanto me quiere.
Aunque sangre, aunque me rompa, aunque me grite.

Pero por favor, de verdad.
Es hora de irse.

2 comentarios:

  1. "A partir de mañana le abro todas las puertas que encuentre
    la invito cordialmente entonces a que se vaya". Esta frase tan fuerte ha resumido todo lo que aveces hartos, hastiados e irremediables a nuestra existencia aveces sentimos. un saludo te invito a mi blog

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  2. Saludos Asturiela, de fijo paso a leerlo. Gracias por el comentario

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me echan el ojillo